Exposición Fernando Rey: Caballero del cine

Con motivo del centenario de su nacimiento el 20 de septiembre de 1917, el Ayuntamiento rinde homenaje a uno de sus ciudadanos más universal, el actor Fernando Rey (Fernando Casado Campolongo), a través de la exposición Fernando Rey: Caballero del cine (1917-2017) (Kiosko Alfonso, 20-9 / 19-11), basada, en gran parte, en fotografías, documentos, premios y recuerdos que él conservó a lo largo de su vida. La exposición, tras investigar a través de imágenes y textos en la herculina etapa infantil del futuro intérprete, analiza las diversas etapas y películas principales de su extensa carrera interpretativa.
Al mismo tiempo, y en el Centro Galego de Artes da Imaxe – Filmoteca de Galicia (Rúa Durán Loriga 13, baixo), un extenso ciclo de películas permitirá (desde el 21 de septiembre) revisa sus títulso más destacados que atraviesa medio siglo del mejor cine español y mundial.
Miembro de una familia de la burguesía industrial coruñesa, hijo del destacado militar Fernando Casado Veiga, con el que compartirá la trinchera republicana durante la Guerra Civil, el final de la contienda cambiará para siempre su vida.
Actor casi por necesidad, encarcelado su padre, despuntará como mozo galán en el cine español de los años 40 y 50, gracias a su elegante porte y a la calidad extraordinaria de su voz, en títulos de tanto éxito como Los últimos de Filipinas (A. Román, 1945) o Locura de amor (J. de Orduña, 1948).
Republicano y progresista, se vinculará con los movimientos renovadores del cine español, colaborando con directores como Berlanga (es la voz narradora de ¡Bienvenido, Míster Marshall!, 1952), o Bardem (Cómicos, 1953; La venganza, 1957) y formará parte de UNINCI, decisiva productora disidente. Rodará con Buñuel cuatro títulos sonados (Viridiana, 1961; Tristana, 1970; El discreto encanto de la burguesía, 1972; Ese oscuro objeto de deseo, 1977), modulando su personalidad de elegante y aristocrático hidalgo de oscura complejidad psicológica, y su dominio del inglés y del francés le permitirán convertirse en un prestigioso actor internacional, presente en los reparto de películas inolvidables -como Campanadas a medianoche (O. Welles, 1966) ou The French Connection (W. Friedkin, 1971)- junto a las más famosas estrellas mundiales del cine mundial (de Paul Newman e Ingrid Bergman a Peter Ustinov, Alberto Sordi, Faye Dunaway ou Max Von Sydow).
Merecedor de los más prestigiosos galardones dentro y fuera de España (como el obtenido en el Festival de Cannes de 1977 por su papel en Elisa vida mia, dirixida Carlos Saura, o el Premio Goya por Diario de invierno [Francisco Regueiro, 1988]), muere en 1995 tras realizar la serie El quijote, dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón para RTVE, magistral demostración de su inmenso talento interpretativo.